Calidad implica mejorar y expandir la formación de doctores y magíster, incentivando la realización permanente de nuevas investigaciones que aúnen el ambiente académico y empresarial. Es el fruto de un esfuerzo compartido entre el Estado y las instituciones de educación superior. Es un proceso de mejora continua que una institución ha implementado y se encuentra en permanente desarrollo, teniendo en cuenta su Misión, su Visión, funcionamiento, resultados y logros.
No es posible mejorar la calidad sin pensar en aumentar la inversión pública y privada en ciencia y tecnología; fortalecer los equipos de investigación y promover su vinculación con el sector privado; promover y fomentar la formación de redes nacionales e internacionales de investigación y desarrollo, para favorecer la existencia de masa crítica en las diversas áreas frontera de la investigación. Mejora hacia la excelencia universitaria.
Hoy resulta ineludible plantear una profunda reforma al sistema de educación superior para colocarlo a la altura que la sociedad necesita.
En este siglo es fundamental desarrollar ciertas competencias transversales para que nuestros profesionales sean eficaces y exitosos en la sociedad del conocimiento. El dominio del inglés y las habilidades para manejarse en el mundo digital son un claro ejemplo de estas competencias. Las nuevas generaciones de profesionales deberán dominar esta segunda lengua para comunicarse en este mundo globalizado. Debemos plantearnos la meta-país de que todos los profesionales del presente siglo sean bilingües. Esto permitirá encaminarnos hacia la acreditación.